Día 19 del confinamiento En este afán de buscar referentes fotográficos para ilustrar este confinamiento forzoso que nos ha tocado vivir, recuerdo una magnífica exposición en el Londres de los 90 que vuelve a estar de rabiosa actualidad en las circunstancias actuales. En efecto, en la muestra Who´s looking at the family , exhibida en el Barbican londinense durante los meses de verano de 1994, más de 30 fotógrafos depositaron su mirada sobre la familia, en el amplio sentido de la palabra. Por allí desfilaron autores y trabajos que con el tiempo se han convertido en indispensables para cualquier aficionado a la fotografía. Desde un irreconocible Martin Parr en blanco y negro, hasta la conocidísima belleza asilvestrada de la familia de Sally Mann o la no menos patética figura masculina del progenitor de un jovencísimo Bill Billingham, autor de The Ray’s Laugh . Larry Sultan, Thomas Struth, Jim Goldberg –interesante su reciente fichaje por Vans para una línea

Día 18 del confinamiento. Estos días en que están proliferando los proyectos fotográficos que se desarrollan en el interior del hogar, es interesante revisar muchos otros trabajos históricos que también se realizaron en ámbitos reducidos. Muchos de ellos están recogidos en Ideas inspiradoras para el confinamiento fotográfico: grandes y originales trabajos que se hicieron en espacios y ambientes reducidos , una de las últimas entradas de Cartier Bresson no es un reloj , un blog fotográfico maravilloso del que ya hemos hablado en el primer post. Curiosamente, alguno de los fotógrafos mencionados ya participaron en Pleasures and Terrors of Domestic Confort , una exposición antológica de nombre premonitorio que se realizó en el MOMA de Nueva York y que se ha convertido con el tiempo en un referente para este tipo de fotografía. En realidad, aquellos autores –muchos de ellos muy conocidos ya en aquel momento como Friedlander, Eggleston, Stephen Shore o Cindy Sherman- pro

Día 17 del confinamiento. En este 1 de abril donde en toda Europa se celebra el día de los inocentes no se me ocurre mejor idea que hacer un humilde homenaje al fotógrafo más mentiroso que conozco, aquel que ha hecho del engaño su seña de identidad y por la cual es conocido –y reconocido- en todo el mundo. En efecto, Joan Fontcuberta, con un amplísimo carrerón a sus espaldas, premio nacional de fotografía en 1998, ha estado moviéndose siempre entre los límites de lo real y de la irreal. Trabaja ese terreno como un experto ilusionista, dirigiendo tu mirada hacia un lado mientras por el otro construye el engaño. Pero lo que pudiera parecer un simple juego de formas realizado por un mago experto, está perfectamente argumentado para hablarnos de la naturaleza de la fotografía y de su capacidad intrínseca para la mentira. Desde sus primeras muestras, Fontcuberta demostró una habilidad especial para llevarnos a territorios imaginarios que él hace verosímiles. D

Día 16 del confinamiento. Aprovechando que este pasado domingo en La Noche Temática (La 2 de TVE) emitieron un documental sobre el mítico fotógrafo francés Robert Doisneau, no pude evitar pensar en su famosa fotografía del beso y en todos los besos y abrazos que no nos damos durante estos días. Seguro que el que más y el que menos va apuntando en su debe todos los achuchones pendientes y el día que esto acabe estaremos más empalagosos que una taza de Mr. Wonderful. Para ir haciendo boca –nunca mejor dicho- ahí van los tres besos más icónicos de la historia de la fotografía. Cualquiera de ellos tienen una gran historia detrás, que es lo que realmente los hacen legendarios y que hayan llegado hasta nosotros. El beso de Times Square : mítica fotografía donde el marine y la enfermera sellaron con este beso el final de la 2ª Guerra Mundial. Quizá sea ésta la pareja más efímera de la historia -duró lo que duró el beso- pero su vigencia ha llegado desde 1945 has